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martes, 29 de octubre de 2013

EL TOQUE DE UN ASESINO: CAPITULO 21 FINAL


Jaejoong subió una caja por las escaleras hasta el dormitorio principal. Después de dejarla, se tomó unos minutos para recuperar el aliento. A pesar de que había pasado un mes desde que lo habían rescatado, aún tenía algunas secuelas persistentes de todo el veneno que le habían inyectado.

Se sentó en el borde de la cama pensando en las semanas posteriores al rescate y lo dolorosa que había sido su desintoxicación. Si no hubiera sido por el apoyo de Yunho, Jaejoong dudaba que lo hubiera superado.

Por extraño que pareciera, Yunho no había sido su único apoyo. Jade no sólo se había quedado a ayudarlo, sino que había colaborado con Minho para destilar un antídoto. Además, Taemin seguía pegado a Yunho y Jaejoong como cinta adhesiva. Mientras que Yunho fingía que le molestaba esa adoración que tenía Taemin por él como su héroe, Jaejoong estaba seguro de que Yunho también tenía debilidad por el pequeño Lince.

Jaejoong sonrió ante la ironía. ¿Quién habría pensado que ellos serían los tutores de un huérfano? Jaejoong había crecido en un hogar de acogida sin amor, y Yunho, había sido vendido a un monstruo por su propia madre. Por eso era tan impresionante que casi daba risa.

Sin embargo, Jaejoong no cambiaría su improvisada familia por nada en el mundo.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Yunho cuando entró en el dormitorio y se sentó en la cama junto a Jaejoong.

—Cansado, pero contento. Todavía no puedo creer que compráramos una casa al lado de Minwoo y Dongwon.

—Lo sé, es muy doméstico, así que no permitiré que nadie lo vea para no perder mi estatus de psicótico —Yunho le dio un simulacro de temblor. Jaejoong se rió mientras le daba un golpe juguetón a Yunho. —Taemin salió con Jade de expedición —los ojos de Yunho le dieron una astuta mirada cuando se acercó y tiró del dobladillo de la camisa de Jaejoong—, eso nos da un tiempo a solas.

Jaejoong sonrió. —¿En qué vamos a emplearlo?

—Puedo pensar en una o dos cosas.

Yunho le sacó a Jaejoong la camisa antes de unir sus frentes y darle una breve orden. —Desnúdate mientras encuentro el lubricante. Tiene que estar en una de las cajas que están aquí. —Eso hizo que las bolas de Jaejoong se apretaran.

Jaejoong se levantó y se quitó la ropa en tiempo récord. Lamentablemente, pasó mucho más tiempo mientras Yunho buscaba la botella de lubricante. Desnudo y colocado sobre sus rodillas, Jaejoong miró durante unos minutos antes de decidir tomar el asunto en sus propias manos, literalmente. Se inclinó y envolvió su polla con su puño, bombeándola.

—Será mejor que te des prisa, o de lo contrario terminaré incluso antes de que tengas la oportunidad de jugar conmigo —advirtió Jaejoong antes de gemir y echar la cabeza hacia atrás.

Como siempre, la visión de su cuello expuesto hizo que Yunho soltara un gruñido apreciativo. Jaejoong golpeó a su compañero con una sonrisa por el gemido que había soltado.

—¿Debo pegarte? —amenazó Yunho.

Esa vez Jaejoong no se molestó en ocultar su sonrisa. —¿Qué bien haría eso? Los dos sabemos que sólo me excitaría más.

Yunho levantó la vista de la caja en la que había estado buscando. —Supongo que tienes razón. La última vez que te discipliné de esa manera, disparaste por todo mi regazo. Todavía no he logrado sacar las manchas de mis pantalones de cuero negro.

Jaejoong se llevó la mano a la boca y pasó lentamente la lengua por la palma de su mano antes de llegar de nuevo hasta su polla y agarrarla. Sentado sobre sus rodillas, comenzó a mover su polla arriba y abajo en su puño ensalivado, asegurándose de que sus gemidos eran buenos y fuertes.

Yunho miró en una última caja y dejó escapar un grito de emoción. —Lo encontré.

Levantando la botella, la miró y frunció el ceño. —¿Desde cuándo tenemos con sabor a cereza?

—Lo compré como regalo de inauguración de esta casa —dijo Jaejoong.

—¿Te he dicho que amo la forma en la que piensas y tus regalos?

Yunho lanzó la botella en la cama y comenzó a quitarse la ropa.

Jaejoong inclinó su cabeza hacia un lado. —Creo que es posible que me lo dijeras esta mañana, cuando te di tu mamada mañanera diaria.

Finalmente desnudo, Yunho subió a la cama y golpeó la mano de Jaejoong para hacerse cargo de las caricias. —Bueno, ya que te encargaste tan bien de mí, es justo que ahora te devuelva el favor. Sobre tu estómago.

Jaejoong obedeció feliz, acomodándose con sus brazos debajo de su barbilla como si fueran una improvisada almohada. Cuando sintió el terciopelo de los labios de Yunho planeando a lo largo de su columna vertebral, Jaejoong dejó escapar un ronroneo de la felicidad.

Desde que había conseguido rescatarlo, Yunho no se cansaba de probarlo y de frotarse contra él, algo que a Jaejoong no le importaba en lo más mínimo, porque amaba ser cubierto por el olor de Yunho. Amaba a su excéntrico Leopardo y quería que todo el mundo lo supiera.

Yunho dejó caer lentamente una lluvia de besos por la columna vertebral de Jaejoong, sin detenerse hasta llegar a la raja de su culo. Jaejoong contuvo el aliento por la anticipación, dejando escapar un grito cuando Yunho separó sus globos y le dio un beso en su estrecha abertura.

—Sólo una advertencia, no sé cuánto tiempo voy a durar si sigues haciendo eso —advirtió Jaejoong.

—Tú no te correrás hasta que te lo ordene —amonestó Yunho.

Jaejoong se quejó, las palabras fueron directamente a su polla. Cada vez que Yunho le hablaba de esa manera, Jaejoong estaba indefenso, pero haría exactamente lo que le había ordenado su compañero. —Sí, Yunho.

Para probar que él y sólo él tenía el control de la situación, Yunho lamió, mordió y chupó el culo de Jaejoong, sólo para apartarse cada vez que Jaejoong estaba en el borde. Yunho continuó con la dulce tortura durante lo que pareció una eternidad. A medio camino, añadió a su lengua sus dedos. Primero insertó uno, a continuación otro, hasta que al final tuvo cuatro dígitos entrando y saliendo del agujero de Jaejoong.

—Este lubricante sabe bien —observó Yunho frustrado. Como para enfatizar su punto, apuñaló de nuevo el agujero de Jaejoong con su lengua.

—¡Sólo jódeme! —gruñó Jaejoong mientras se frotaba contra el colchón, en un intento desesperado por aliviar un poco el dolor en su pene.

Ese estallido de ira le valió una palmada en el culo, pero no le importaba, Jaejoong incluso gimió y se arqueó hacia la mano de Yunho. También consiguió lo que quería, porque Yunho retiró sus dedos y presionó la punta de su polla en el extendido agujero de Jaejoong.

—Te amo —se quejó Yunho antes de empujarse todo hacia adentro.

Jaejoong gritó cuando el placer se mezcló con un dulce alivio. —Yo también te amo.

A pesar de que Yunho estableció un ritmo lento y sensual, Jaejoong pronto se encontró al borde de correrse.

Eso no lo sorprendió. Ya que la comida de culo anterior lo había llevado varias veces al borde, realmente fue un milagro que no se corriera en el momento que la polla de Yunho lo había llenado.

—Por favor, Yunho. Tengo que correrme —gimió Jaejoong.

Yunho se inclinó hasta que llegó al oído de Jaejoong. —Entonces córrete para mí, Pantera. Sólo asegúrate de gritar mi nombre cuando lo hagas.

Así que Jaejoong lo hizo. Empujándose contra la mano de Yunho, Jaejoong gritó el nombre de su compañero cuando el orgasmo golpeó duramente su cuerpo. El placer y una sensación de paz se apoderaron de Jaejoong mientras sentía a Yunho unirse a él. La polla del Leopardo dio varias sacudidas antes de llenarlo con calientes ráfagas de semen.

Después de que se recuperaron, Yunho se puso de lado y tiró de Jaejoong hacia su pecho para que no tuviera que descansar sobre la mancha de humedad. Jaejoong se acurrucó feliz en el cuerpo caliente de su compañero y dejó escapar un suspiro de satisfacción.

—¿Puedo contarte un pequeño secreto? —Jaejoong le preguntó.

—Seguro.

—Cuando Orión me secuestró, hubo un momento en el que dudé que pudieras encontrarme. —Yunho se puso tenso, pero no respondió. Jaejoong continuó: —Entonces me acordé de la forma en la que me miraste la primera vez que me dijiste que me querías.

—¿Qué tiene que ver eso?

—Era una combinación de miedo, shock y felicidad, pero lo único que me mantenía era la sensación de paz que parecía asentarse sobre mí cuando pensaba en ti. Supe entonces que habías compartido una parte de ti mismo conmigo que nunca le habías mostrado a nadie antes. Eso fue algo que nunca pude olvidar, no importa cuántas drogas bombeara Orión en mí.

Yunho le dio un beso a Jaejoong en el hombro. —Eso es cierto, ¿sabes? Cada vez que estoy a tu alrededor, siento que todo es fácil. Tú acallas todo lo malo.

Jaejoong se giró para quedarse frente a Yunho. —Pero no lo entiendo, no hay nada malo en ti. Nunca lo ha habido. El hecho de que seas un Leopardo no significa nada. Cuando te miro, todo lo que veo es a Yunho, el hombre que amo.

A Yunho se le pusieron los ojos sospechosamente húmedos antes de que respondiera: —Gracias a ti, Pantera, creo que finalmente lo puedo creer.

Jaejoong se acurrucó de nuevo en los brazos de Yunho y se durmió, feliz de saber que estaba en lo cierto, que pertenecía al felino más compasivo, amoroso y amable de la coalición.




FIN



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Espero les haya gustado esta historia tanto como a mí. En el universo de los "Cambiaformas Perdidos" esta es sin duda mi pareja favorita. Les comento que las aventuras de esta pareja continuan, por lo que  en breve adaptaré la siguiente parte. Otra cosa, por los que querían saber de la madre de Yunho, le agregaré ese extra.

4 comentarios:

Yuko13 dijo...

Gracias, esta historia me gusto mucho, de por si soy fan del YUNJAE, en esta historia me gustaron más, sus miedos, sus dolores, su amor, la soledad que compartían al ser rechazados por su condición, los hiso más fuerte, su amor se volvió más grande y sincero, en verdad gracias y espero la siguiente aventura de estos hermoso cambia formas.

Unknown dijo...

muy espectacular yo amo el Yunjae y esto fue muy bueno medio mucha risa lo del chicle con Taemin jjajajjaja pero que Yunho por fin haya encontrado su otra mitad y poner esa cara de felicidad que me imagine no tiene precio gracias linda por compartir

Sangre Azul dijo...

Hola! gracias por esta historia, me encantó ese mundo de los cambiaformas, no sé por qué , peor me gustaría imaginar que existe eso y que exista por ahí un sexy y rudo Yunho ummmm así como él un leopardo asuu. Justo hace unos días vi en una entrevista a Yunho donde le preguntan qué animal le hubiera gustado ser y él respondió : Un leopardo haha, me maté de la risa. Espero la otra parte, ojalá entre pronto :)Saludos y gracias por compartir-

Virginia Maturana dijo...

Como se me escapo este fic no entiendo tantos años, me encanto me lleno de sentimientos creo que mi corazón se paro varias veces,los cambiaformas y vampiros son mis personajes favoritos y si son Yunjae me fascinan gracias