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lunes, 23 de septiembre de 2013

EL TOQUE DE UN ASESINO: CAPITULO 13


CAPITULO TRECE

 

Finalmente vio al cambiaformas Águila dando vueltas fuera de la cafetería. Tan pronto como miró en su dirección, una gran sonrisa se propagó por el rostro de Junsu. Jaejoong giró, feliz de ver a su amigo de nuevo después de tan larga ausencia.

 

Junsu llevaba su cabello un poco diferente, el rubio oscuro con ligeras mechas que parecían toques de luz. Lo tenía todo engominado, lo que hacía que pareciese un falso halcón. También tenía perforado el labio inferior. Eso lo hacía parecer más joven y travieso que nunca. Tenía un par de pantalones que estaban tan apretados, que Jaejoong se preocupó por el daño que podría producirle en las pelotas y también vestía una igualmente ajustada camiseta que se le subía para mostrar un toque de piel.

 

—¡Los extrañé chicos! —declaró Junsu antes de correr en su dirección.

 

Se lanzó sobre Yoochun y envolvió sus brazos y piernas alrededor del Lobo. Yoochun se echó a reír mientras se apresuraba a agarrar a Junsu antes de que se cayera. Algunos de los Felinos y los Halcones que pasaban se detuvieron a ver el espectáculo.

 

—Te echamos de menos, también —dijo Jaejoong.

 

Junsu se desenredó de Yoochun y corrió a Jaejoong, sólo para detenerse a unos pocos metros. Retrocedió, arrugando la nariz hacia arriba. —Sin ánimo de ofender, Jae, pero hueles nauseabundo.

 

Jaejoong levantó un brazo y se olió. Todo lo que detectaba era la combinación de su aroma con el de Yunho. —¿Cómo qué?

 

—No sé, pero está enloqueciendo a mi Águila llevándola al borde. —Junsu se encogió de hombros.

 

—Es probable que sea Yunho. Incluso un pájaro sabe qué ese tipo es peligroso —declaró Yoochun, por primera vez mostrando algo de su yo-soy-el-líder-de-esta-vieja-banda mandona actitud.

 

—Yunho no es peligroso —defendió Jaejoong automáticamente.

 

—Tonterías, me enteré de la forma en que cortó en rodajas a las Serpientes y dejó una de sus cabezas como trofeo a la vista de todos —respondió Yoochun.

 

—¿Jugó con las partes de su cuerpo? —preguntó Junsu, su cara pálida.

 

—Sólo la cabeza y me dijo que sólo fue para advertirle a los demás que se fueran. Así que si lo miras desde su punto de vista, le estaba dando al resto de las Serpientes la oportunidad de salir corriendo —señaló Jaejoong. ¿Por qué todos, incluso sus mejores amigos, insistían en ver sólo lo malo de Yunho?

 

—¡Qué noble! —Dijo Yoochun arrastrando las palabras.

 

— Simplemente no lo conoces como yo. —Cuando los dos, Yoochun y Junsu, levantaron una ceja mirándolo, Jaejoong gruñó con frustración—. Ustedes son los últimos que pensé que lo juzgarían. Todos nosotros hemos hecho cosas en el pasado de las que no estamos orgullosos.

 

—Sí, pero ninguno de nosotros tiene un récord de asesinatos que avergonzaría Jack el destripador —devolvió Yoochun.

 

—Yunho no es un asesino en serie sin piedad. Es cariñoso y se preocupa por mí cuando estoy herido.

 

Junsu y Yoochun, abrieron la boca por unos instantes antes de que Yoochun acusara: —Oh Dios, te has enamorado del monstruo.

 

La rabia se apoderó de Jaejoong por un momento, y lo golpeó, casi lo tira. Respiró hondo varias veces, cuando recordó todo lo que Yoochun había hecho por él. No sólo el Lobo le dio un hogar cuando había estado viviendo en las calles y bailando por unos pocos dólares, sino también le había dicho a Jaejoong quién era realmente. Antes de que se hubiera topado con Yoochun, Jaejoong nunca había oído hablar de los cambiaformas, y menos aún soñó que podría convertirse en un felino.

 

—Significa mucho para mí —reconoció Jaejoong.

 

—Sabes que no puede devolverte esos sentimientos —presionó Yoochun—. Es un Leopardo y son buenos para dos cosas, joder y matar.

 

Mientras que Jaejoong sabía que su amigo sólo le decía todas esas cosas porque estaba preocupado, pero aun así lo molestaba. Tal vez porque era otro insulto contra Yunho. O tal vez se debió al hecho de que Jaejoong tenía miedo de que muy en el fondo Yunho nunca fuera capaz de cuidar de él. Cualquiera que fuera la razón, finalmente rompió su control. Con un gruñido, se abalanzó sobre Yoochun.

 

Yoochun lo vio venir, pero ya era demasiado tarde. En el momento en el que pudo reaccionar, Jaejoong ya lo había abordado. Su impulso los llevó por el aire, sus cuerpos estrellándose dolorosamente contra una mesa. Papeles dispersos por todo el lugar, aterrizando a los pies de la audiencia que se acumulaba.

 

Cada vez que habían discutido en el pasado, Yoochun había estado siempre a la cabeza. No sólo tenía más formación, sino que era más fuerte y tenía más masa muscular. Esta vez fue diferente porque Jaejoong tenía la ira de su lado y la hizo su gran aliada.

 

Fijando a Yoochun en el suelo, se sentó a horcajadas sobre las caderas del Lobo. Yoochun se encogió cuando Jaejoong llevó su puño hacia atrás, pero vaya si le importaba. Todo lo que le importaba en ese momento era que el Lobo se había atrevido a hablar mal de Yunho. Justo cuando Jaejoong estaba a punto de dar el golpe, un conjunto de fuertes brazos se envolvieron alrededor de su pecho y lo arrastraron, alejándolo.

 

Jaejoong dejó escapar un gruñido que sonó felino mientras trataba de escapar. Quien lo tenía en su dominio no parecía afectado por sus luchas. Jaejoong se vio arrastrado lejos de la escena que ahora parecía un maldito desastre.

 

No fue hasta que fueron a la pequeña oficina que albergaba los equipos principales de la coalición, que Jaejoong se dio cuenta de quién lo había zamarreado fuera de la pelea. —Déjame ir, Seunghyun.

 

—No hasta que retraigas tus colmillos y garras —dijo Seunghyun tan terco como siempre.

 

¡Maldito! Y pensar que había habido un momento en que Jaejoong realmente pensó que le gustaba el imbécil. Empezó a luchar de nuevo, ganando un golpe de advertencia en la parte posterior de su cabeza. —Cálmate, gatito, o de lo contrario voy a tener que meterte en una jaula.

 

Seunghyun lo metió en la habitación y cerró la puerta. Recuperándose, Jaejoong se dio la vuelta para hacer frente al guepardo. Como era habitual, el cabello negro de Seunghyun alborotado sus ojos. Vestido con el uniforme oscuro de la coalición al igual que el resto de ellos, Seunghyun añadió sus propios adornos como el uso de cadenas y clavos, también. En lugar de encontrar la admiración que de costumbre tenía por Seunghyun por tener las agallas de ser su propio felino, Jaejoong se le enfrentó sacudido por el desprecio.

 

Jaejoong estaría dispuesto a apostar que si hubiera sido al compañero del guepardo al que le hubieran faltado el respeto, habría hecho la misma maldita cosa que él había estado a punto de hacer antes de que hubiera sido tan groseramente interrumpido.

 

Seunghyun señaló una silla y le ordenó: —Siéntate.

 

—Vete a la mierda —espetó Jaejoong.

 

—Oh, el gatito tiene cierto efecto en ti. Creo que al salir con Yunho se te está pegando algo de él. —Señaló la silla—. Ahora sienta tu culo allí y cállate de una puta vez.

 

El niño petulante en Jaejoong quería desobedecer, pero sabía que Seunghyun sólo forzaría más la situación. Le disparó una mirada sucia, sólo para que su descontento se conociera con claridad. —¿Por qué me trajiste aquí?

 

—Porque no estaba dispuesto a esperar y verte tirar una buena amistad por la ventana porque Yoochun dijo algunas cosas sobre tu novio —dijo Seunghyun mientras se apoyaba en la mesa, sus brazos cruzados sobre el pecho.

 

—¿Cómo es que esto es asunto tuyo?

 

—Tal vez no lo sea, pero me gustaría pensar que somos amigos y no quiero verte cometer otro error.

 

—¿Por qué todos de repente tienen tanto interés en mi vida? —explotó Jaejoong.

 

—Desde que empezaste a jugar muy en serio un jodido juego mortal.

 

—Deja a Yunho fuera de esto —gruñó Jaejoong, las garras salieron de la punta de sus dedos y rasguñaron la silla.

 

—Ese es el asunto, no puedo.

 

—No entiendo por qué toda la jodida coalición tiene que involucrarse en esto. Primero tengo que escuchar que Minwoo me diga que deje solo a Yunho para que no termine perjudicándolo y luego tengo que escuchar a Yoochun decirme que Yunho es un monstruo malvado. ¿Por qué todo el mundo no nos deja en paz?

 

—Porque si no lo ves, puedes hacer que te maten —gruñó Seunghyun, con los ojos brillantes peligrosamente.

 

—Yunho nunca me haría daño —gritó Jaejoong de regreso.

 

—Es un Leopardo, y está en su naturaleza. Si te mantienes jugando con él, con el tiempo te vas a quemar.

 

—No es así.

 

—Entiende esto, puedes utilizar a un Leopardo en una misión, puedes enviarlo a matar por ti. Infiernos, incluso puedes follarte a uno. Lo único que no puedes, nunca, nunca hacer es confiar en uno. Los Leopardos son por naturaleza fríos, sin emociones y psicóticos. Ellos se hicieron con un propósito y es para destruir a los demás. Así que hagas lo que hagas, no le des la espalda a uno y menos te enamores de uno de esos mierdas y locos chalados. —En el momento en Seunghyun llegó al final de ese discurso, todo el veneno había dejado su voz. Extendió la mano y agarró suavemente el hombro de Jaejoong—. Fui el que hizo toda la investigación sobre los cambiaformas perdidos por lo que lo sé todo acerca de tu infancia y de que te han tratado como una mierda.

 

—¿Y? —gruñó Jaejoong, su estómago revuelto con tantas emociones que ni siquiera podía comenzar a ordenarlas.

 

—Después de todo esto, nadie podría culparte por buscar restos de afecto. ¿Por qué crees que has jodido a tantos? Era porque estabas desesperado porque alguien se preocupase por ti y ahora has transferido a Yunho esa necesidad.

 

Jaejoong se apartó del agarre de Seunghyun. —Si yo quisiera a un psiquiatra, me gustaría ir a uno. Desde luego no habría venido a la única persona en la coalición que está más jodida que yo.

 

Sin esperar a Seunghyun para que le respondiera, Jaejoong se puso de pie y salió de la habitación. Su intención era encontrar a Yoochun para que pudiera terminar de patearle el culo. En su lugar, se encontró con Yunho justo cuando entraba en el edificio.

 

Yunho llevaba su capa oscura y se movía a través de la construcción con una gracia fluida que se veía hermosa y mortal al mismo tiempo. A pesar de que tenía la capucha puesta, Jaejoong todavía podía ver cada curva deliciosa del perfil del hombre, desde la forma de sus espesas pestañas a la forma de sus suaves labios y ese lunar sobre su deliciosa boca que invitaba a ser besado. Sus espadas cortas estaban atadas a los costados y Jaejoong se estremeció al recordar el daño que las armas eran capaces de hacer cuando eran manejadas por las manos de Yunho.

 

Entonces Jaejoong permitió que su mirada fuera a la deriva sobre los cambiaformas en las cercanías y sus entrañas hirvieron con una nueva dosis de rabia. Todas las miradas de asco, odio y miedo estaban niveladas en Yunho y Jaejoong las sintió como una hoja en el pecho.

 

¿Cómo se atreven a tratarlo de esa manera? ¿No se dan cuenta del peligro en que Yunho se ponía día a día, sólo para cumplir las órdenes de Eric y así proteger al resto de la coalición? En todo caso, deberían hacer una reverencia a los pies de Yunho, dándole las gracias, no actuando como si fuera el mismo diablo.

 

A Jaejoong se le rompió el corazón al pensar en cómo Yunho se había enfrentado a todo esto solo. Nadie estaba a su lado cuando todas esas miradas terribles eran arrojadas en su camino. Al igual que en todas sus misiones, Yunho se vio obligado a enfrentar todas las hostilidades sin que nadie lo respaldara.

 

«Ya no es así, porque ahora me tiene a mí».

 

Decidido, Jaejoong enderezó su columna vertebral y se dirigió a Yunho. Si tenía que empujarse bruscamente a través de algunos de los mal educados felinos para llegar hasta él, Jaejoong iba a ser condenado si eso le importaba. No se detuvo hasta que estuvo de pie frente a Yunho.

 

Esta vez fue Yunho quien tenía una mancha de sangre en su mejilla. Jaejoong se acercó y trató de limpiarla con el pulgar. Eso sólo terminó manchándolo más, pero la intención había estado allí.

 

Yunho calmado, inclinó su cabeza hacia el lado en el camino de Jaejoong, este se había dado cuenta que eso significaba que el Leopardo estaba confundido por algo. Jaejoong se limitó a sonreír a cambio mientras apretaba una de sus manos sobre el pecho de Yunho.

 

—Oye, te he extrañado —dijo Jaejoong, saboreando la sensación de los latidos del corazón de Yunho.

 

—Estuvimos juntos hace sólo unas pocas horas —dijo Yunho con voz inexpresiva.

 

Justo un día antes, Jaejoong se habría molestado por el tono. Ahora se dio cuenta de que esa era la manera de Yunho de poner una barrera entre él y el resto del mundo.

 

—Todavía es demasiado tiempo. Ahora estoy dolorido porque me jodas otra vez —dijo Jaejoong con una voz demasiado alta.

 

No dándole tiempo a Yunho para responder, Jaejoong ahuecó la parte de atrás de su cabeza y lo llevó a un beso que se aseguró de que no fuera uno de los castos. Utilizó mucho la lengua y gimió para obtener su punto a través de todos los curiosos.

 

«Es mío y no me importa lo que es».

 

Yunho estuvo calmado al principio, luego de un par de pases de la lengua, el Leopardo se metió en ello. Dejando escapar un gruñido fuerte, agarró a Jaejoong por las caderas y lo levantó. Como reacción puramente instintiva, éste envolvió sus piernas alrededor de su cintura.

 

Otro rugido retumbó en el pecho de Yunho antes de que estrellara a Jaejoong contra una pared, quien dejó escapar un gruñido de dolor que fue amortiguado por la interposición lingual de Yunho. Eso sólo parecía alentar a Yunho porque se quejó antes de romper el beso y empezar a lamer el cuello de Jaejoong hacia abajo.

 

Jaejoong había oído hablar de individuos que eran todo Alfa, pero hasta ese momento, nunca lo había experimentado antes. La forma en que Yunho enroscaba con los dedos de una mano su cabello y lo jalaba. Cómo mordía su garganta expuesta. Con cada golpe que enviaba a sus cuerpos cuando se rozaban entre sí. Todo gritaba dominio y propiedad y Jaejoong se lo bebió todo entero.

 

En ese momento, Yunho podría haberle ordenado cualquier cosa y Jaejoong habría obedecido con alegría. El Leopardo podría haberle ordenado bajar y chuparlo y habría cumplido sin vacilar. De hecho, esta idea surgió en él cuando Yunho finalmente se apartó y Jaejoong cayó de rodillas frente al hombre.

 

Mirando hacia arriba desde debajo de sus pestañas, Jaejoong dejó escapar un suave gemido, mientras esperaba la reacción de Yunho. ¿Estaría contento? ¿Enojado? ¿Disgustado por el comportamiento de zorra de Jaejoong? Durante mucho tiempo, Yunho sólo miró hacia abajo, con el rostro inexpresivo haciendo imposible que Jaejoong adivinara lo que podía estar pensando.

 

A pesar de que había una habitación llena de testigos, Jaejoong soltó otro quejido mientras se inclinaba hacia delante y frotó la mejilla contra el muslo de Yunho. Escuchó a alguien entre la multitud pronunciar un ‘joder’, pero la voz estaba llena de lujuria en vez de cargada de disgusto. Mientras que Jaejoong veía a su audiencia para evaluar sus reacciones, no se atrevió a encontrarse con la mirada de Yunho. No por temor al cambiaformas, sino porque Jaejoong sentía que no podía moverse hasta que supiera que sus acciones habían satisfecho al otro hombre.

 

—Bien, Pantera —elogió Yunho cuando se agachó a acariciar la mejilla de Jaejoong.

 

Jaejoong dejó escapar un ruido que sonaba como un ronroneo cuando apretó la cara ante el contacto de Yunho. La lucha con Yoochun, el argumento de Seunghyun, nada de eso importaba. No cuando tenía el conocimiento de que había satisfecho a Yunho.

 

—Mío —declaró Jaejoong mientras seguía rozando la mano de Yunho.

 

Mientras que la declaración se hizo con una voz mucho más suave, aun así no había forma en que los otros felinos no lo hubieran escuchado. Esperó a que alguien alzara su voz con alguna objeción, pero por una vez, todo el mundo mantuvo sus malditas bocas cerradas.

 

—Sí, soy tuyo. Al igual que tú eres mío —acordó Yunho mientras miraba hacia abajo a Jaejoong.

 

Jaejoong cerró los ojos, finalmente, esperanzado de que tal vez... sólo tal vez Yunho no lo descartara, después de todo.


4 comentarios:

Yuko13 dijo...

que importa lo que digan los demás, mientras ellos dos se están empezando a amar, eso es lo que importa no?....Me encanta esta adaptación, GRACIAS

Misuzu Black dijo...

Exacto! Eso es lo que esta pareja muestra.

Unknown dijo...

que rajones los demas dejenlos psssss nadie debe meterse entre JJ y YH owwww ellos se pertenecen n,n

Paradise YunJae fanfics dijo...

Owww que lindo. Jaejoong mando al carajo el veneno que sueltan y lanzan los demas sobre yunho. Esta solo en ellos dos. Al diablo el resto.